La Misión tiene como objetivos prioritarios:
1) La excavación y el estudio de la Necrópolis Alta, descubierta en 1982.
2) El estudio de la topografía del yacimiento, absolutamente desconocida antes de 1992.
3) El estudio del Osireion.
La Necrópolis Alta
A pesar de estar situada sobre una colina que domina la ciudad, la Necrópolis Alta no había sido descubierta ni por los ladrones ni por los diversos excavadores del yacimiento hasta el año 1982. Las tumbas más antiguas pertenecen a la época saíta. Se ha localizado en varios puntos del área explorada, unas separadas de las otras. Responden a diferentes tipologías pero las más características corresponden a las tumbas de cámara cubiertas con bóveda y construidas con sillares de caliza. Se datan dentro de la primera mitad del siglo VI aC. Estos sepulcros contenían sarcófagos de piedra, en algún caso con inscripciones grabadas. La cámara principal de una de las tumbas presentaba una decoración a base de inscripciones pintadas.
En la época romana se construyeron alrededor de las antiguas tumbas Saitas nuevos sepulcros que imitaban sus características arquitectónicas pero con un tipo de aparato más pequeño. Una de estas tumbas, que la misión ha restaurado, contiene pinturas murales de temática mítica. Por encima de este conjunto de tumbas de piedra de época saíta y romana, se ha encontrado una importante necrópolis de estructuras de adobe que datan de la época bizantina. Cabe destacar un oratorio de grandes dimensiones con estructuras muy complejas donde se deberían desarrollar algunos rituales funerarios de los primeros cristianos de Oxirrinco. Las paredes de este oratorio estaban decoradas con pinturas.
Las pinturas del oratorio cristiano de la Necrópolis Alta estaban hechas a la tempera. Los motivos elegidos provienen en parte del repertorio tradicional de la pintura paleocristiana. Es el caso de la historia del profeta Jonás tragado y regurgitado por el monstruo marino, del águila Psicopompo que proviene de la iconografía oriental o de las arquitecturas simbólicas que organizan la figuración. Junto a estos cuadros de notable policromía se encuentran otras pinturas mucho más sobrias hechas simplemente con rojo y negro sobre fondo blanco. Sirven para representar, mediante coronas y cruces, los símbolos del martirio y de la resurrección. La esperanza en la salvación se manifiesta asimismo por las oraciones y Mementos escritos en griego.
A medida que se desenterraban las pinturas se procedía a arrancarlas y consolidarlas. Para empezar, había que eliminar las concreciones salinas que se habían formado sobre las imágenes. Después, se recubrían las pinturas con gasas adheridas con una mezcla de paraloid y de acetona. Cuando la tela quedaba seca se podía separar la capa de preparación de las pinturas de la pared sin riesgo de fracturas. El procedimiento acababa en el momento de separar con un disolvente las gasas que habían protegido la imagen que previamente había sido colocada sobre una nueva superficie de apoyo. La pintura quedaba de esta manera consolidada sobre una tabla de madera y se podían completar los huecos de las pinturas y hacer los retoques necesarios partiendo de un criterio de restauración que no aspira a la restitución de la imagen.
El estudio de la topografía del yacimiento, absolutamente desconocida antes de 1992.
El reconocimiento del conjunto del yacimiento ha sido realizado por diversos medios:
– levantamiento de un plano topográfico, actualizado en cada campaña
– prospecciones en superficie
– sondeos arqueológicos
– prospecciones electro-magnéticas del subsuelo
– toma de vistas aéreas
Con los resultados de todo lo mencionado, se pueden situar algunos elementos de la ciudad grecorromana:
1. hipódromo
2. puerta N.W.
3. muralla occidental
4. necrópolis Alta
5. necrópolis occidentales
6. teatro (excavado por Petrie)
7. columnata
8. tetrapiló (después columna honorífica)
9. pozos y columna de Fatah el-Bab
10. puerta oriental a Zain al-Abidin
11. ángulo de peristilo dórico
El Osireion
Al oeste de la ciudad y fuera de la muralla occidental hay indicios, en superficie, de restos de tumbas de época grecorromana más o menos bien conservadas. Más lejos aún, a unos 1,5 Km de la ciudad antigua, se localizó en el año 2000 el emplazamiento de una estructura subterránea consagrada al dios Osiris. La catacumba, situada bajo una elevación natural del terreno actualmente en medio del desierto, fue construida con bloques escuadrados de piedra caliza blanca en las galerías excavadas en la roca. En una de estas salas se ha descubierto una estatua yacente de Osiris de 3,40 m de longitud. En otra, una serie de nichos construidos a ambos lados de un estrecho pasillo, en los que enterraban pequeñas momias de Osiris vegetando. Cada nicho tiene una inscripción que permite fechar el conjunto en la época ptolemaica. Estas inscripciones llevan también el nombre de este Osireion, Para-khef, permitiendo relacionarlo con los bloques decorados vistos por Sauneron los años cincuenta en el mercado de antigüedades. Las galerías habían sido saqueadas, pero se han podido recuperar todavía una gran cantidad de pequeños objetos que formaban parte del mobiliario cercano al ritual funerario osiríaca: pequeñas cajitas con cobertura piramidal, bolas, pequeños panes y pasteles, amuletos, etc.